
¿Qué se puede decir de Picasso que no se haya dicho ya? Casi nada.

Nada mejor que transcribir una síntesis de la presentación de la muestra en Buenos Aires junto a las fotos de alguna de las obras expuestas, como para conocer la procedencia de la colección:

“El museo Picasso-Colección Eugenio Arias alberga un conjunto de obras realizadas por Picasso en los últimos veinticinco años de su vida. La cualidad más atractiva del conjunto es su singular origen: la relación de amistad existente entre el artista y su amigo Eugenio Arias. Ambos se reconocían en su condición de exiliados en el sur de Francia, así como en su nostalgia por la cultura y la vida española.


La tauromaquia: un tema recurrente

A lo largo del cuarto de siglo que duró la amistad entre el artista y su barbero, Picasso fue regalando a Arias algunas de sus creaciones, que este atesoró con la intención de ponerlas algún día al servicio de la democracia española…





Apolo persiguiendo a Dafne. 1971. Placa de arcilla con estampación

pero también, y sobre todo, constituyen un verdadero registro de los intereses que ambos compartieron: los toros, la literatura española, la lucha antifranquista.


La muestra puede verse en Casa de la Cultura, de Martes a Domingos de 14 a 20 hs. del 27 de junio al 7 de julio de 2008.
Avenida de Mayo 575, Ciudad de Buenos Aires.
Gratis.
Auspiciada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Un mensaje a los profesores de artes plásticas y de primaria en general: es aconsejable enseñar Picasso a los niños. Está demostrado que en el fondo están complacidos, y si bien no lo demuestran exteriormente, lo plasman en sus tareas. Cualquier momento de la vida es gratificante para descubrir y redescubrir a Picasso, pero si es desde la niñez, es esperable una mejor formación.

Después de todo, son muchas las opiniones bien formadas y mejor intencionadas que proclaman que la educación es el pilar fundamental de toda sociedad.
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