lunes, 30 de junio de 2008

Cabildo y algo más

Vista desde la calle Bolívar hacia el Cabildo, donde pueden apreciarse diferentes momentos arquitectónicos de la ciudad de Buenos Aires. El Cabildo, de la época colonial, aunque sesgado en su tamaño original para poder construir la Avenida de Mayo y restaurado, es una de las pocas construcciones que sobreviven de esa etapa.
Más atrás, las cúpulas de la Casa de la Cultura (ex edificio del Diario La Prensa) y del monumental Palacio de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que comenzó en 1891 y se concluyó en 1914, formando parte del proyecto de búsqueda de identidad de una ciudad que se preparaba para el Centenario, y según la mirada de la clase dirigente de fines del siglo XIX, encaminada a ser una de las más prósperas del mundo.
Más atrás, un edifico contemporáneo.
Buenos Aires carece de trazado y cierto desprecio a la memoria de quienes, de buena o mala manera, idealizaban un proyecto de país adecuado al contexto de desarrollo y progreso que se gestaba en el mundo occidental durante la transición del siglo XIX al XX; por lo que poco se respetó el patrimonio, demostrado por la demolición de edificios arquitectónicamente invaluables que la daban a la ciudad el aire europeo que la caracteriza en algunos aspectos. Además tampoco se sectorizó el crecimiento urbano, ya que conviven edificios de diferente fisonomía correspondientes a diferentes etapas del país que producen un paisaje tan heterogéneo, aunque a veces, sorprendente.

sábado, 28 de junio de 2008

Picasso en Buenos Aires


¿Qué se puede decir de Picasso que no se haya dicho ya? Casi nada.


Nada mejor que transcribir una síntesis de la presentación de la muestra en Buenos Aires junto a las fotos de alguna de las obras expuestas, como para conocer la procedencia de la colección:


“El museo Picasso-Colección Eugenio Arias alberga un conjunto de obras realizadas por Picasso en los últimos veinticinco años de su vida. La cualidad más atractiva del conjunto es su singular origen: la relación de amistad existente entre el artista y su amigo Eugenio Arias. Ambos se reconocían en su condición de exiliados en el sur de Francia, así como en su nostalgia por la cultura y la vida española.

Portada de libro dedicada a su amigo Arias.
La tauromaquia: un tema recurrente
A lo largo del cuarto de siglo que duró la amistad entre el artista y su barbero, Picasso fue regalando a Arias algunas de sus creaciones, que este atesoró con la intención de ponerlas algún día al servicio de la democracia española…
Con técnicas tan diversas como grabado, dibujo o cerámica, las obras de la colección de Eugenio Arias muestran las preocupaciones clave del último Picasso:
El torero muerto. 1957. Plato de cerámica pintada.
la vuelta al Mediterráneo, el reto de la historia, la pulsión erótica…
Apolo persiguiendo a Dafne. 1971. Placa de arcilla con estampación
pero también, y sobre todo, constituyen un verdadero registro de los intereses que ambos compartieron: los toros, la literatura española, la lucha antifranquista.
La selección…que ahora se presenta en Buenos Aires es una muestra muy representativa de aquel museo que, a medida que pasaba el tiempo, iba tomando forma en el salón de la barbería de Arias en Vallauris, y que desde hace unos años puede verse en Buitrago gracias a la generosidad de Arias”.

La muestra puede verse en Casa de la Cultura, de Martes a Domingos de 14 a 20 hs. del 27 de junio al 7 de julio de 2008.
Avenida de Mayo 575, Ciudad de Buenos Aires.
Gratis.
Auspiciada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Un mensaje a los profesores de artes plásticas y de primaria en general: es aconsejable enseñar Picasso a los niños. Está demostrado que en el fondo están complacidos, y si bien no lo demuestran exteriormente, lo plasman en sus tareas. Cualquier momento de la vida es gratificante para descubrir y redescubrir a Picasso, pero si es desde la niñez, es esperable una mejor formación.

Después de todo, son muchas las opiniones bien formadas y mejor intencionadas que proclaman que la educación es el pilar fundamental de toda sociedad.

miércoles, 25 de junio de 2008

Algunos detalles del Teatro Colón

Ubicado sobre la calle Cerrito, un brazo de tráfico rápido de la avenida 9 de Julio, se ubica este edificio emblemático de Buenos Aires que actualmente está en refacciones desde hace unos meses.

Argentina, y en especial Buenos Aires, que a fines del siglo XIX buscaba con mucha fuerza insertarse como ciudad progresista del mundo mediante la adhesión a algunas corrientes paradigmáticas en política, arte o pensamiento; es el contexto en el cual surge el Teatro Colón, al igual que la ciudad de La Plata, el Museo de Bellas Artes, el de Ciencias Naturales y hasta el Museo Etnográfico, entre otros, tomando como modelo la coyuntura acontecida en centros europeos de ese tiempo como Londres o París especialmente. La página web del Teatro Colón lo resume adecuadamente:

“El actual Teatro Colón nace, por lo tanto, de la imperiosa exigencia de una sociedad que desde el temprano siglo XIX ha consagrado a la ópera como su manifestación musical predilecta.”

Aunque aquel sueño de pujanza y progreso parece no haber sido cumplido, teniendo en cuenta la actualidad, al menos ha quedado para admirar la fastuosidad de la arquitectura monumental.

Detalle de altorrelieves ubicados en una de las fachadas del Teatro Colón en imágenes ampliadas. Motivos del Renacimiento que encajan en el carácter ecléctico de la arquitectura del Teatro.


Fotos de Jeandre©

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lunes, 16 de junio de 2008

Alsina y Piedras

Es notorio que quienes diseñaron el hotel Intercontinental respetaron elementos del paisaje urbano preexistentes, ya que la vista de la medianera (más de dos metros de espesor) de la vieja iglesia San Juan Bautista (cuya primera construcción data de 1719) en el parque trasero entre el vanguardista hotel y la antigua construcción; no hace mas que afirmar que la fusión arquitectónica entre estilos diferentes en el tiempo no solo es posible, sino estéticamente admirable. El pequeño parque es público, y en él almuerzan muchos oficinistas buscando sin dudas un momento de distensión durante la semana. Ideal para días soleados de otoño y primavera.

Lograr esta integración mediante el parque entre dos edificios no solo disímiles en lo funcional, sino también en lo estilístico, es demostrar voluntad por rescatar el cada vez mas exiguo patrimonio arquitectónico de Buenos Aires (aunque hay que admitir que derrumbar una iglesia es más inadmisible que hacerlo con una vivienda), que sobrevive a la fiebre inmobiliaria que en otros barrios no hace más que demoler antiguas construcciones cualitativamente importantes.

La calle Alsina en un sábado tranquilo desde su intersección con Piedras. Puede apreciarse al fondo el imponente monumento ecuestre al General Roca en la intersección de Alsina con la Diagonal Sur, y más allá puede observarse el edificio Libertador del Ejército Argentino, sobre la avenida Paseo Colón. En días de semana, el caos de vehículos en esta calle céntrica no cesa entre las 09:00 y las 18:00 hs.

Esquina de Alsina y Piedras, antiguamente calles Potosí y De las Piedras, donde puede observarse una de las dos torres, diferente de la otra, que aunque poco puede apreciarse por el balcón de la vivienda frente a la iglesia, se nota la diferencia.

El misterio de los túneles de Buenos Aires

No puede mencionarse a esta iglesia sin hacer referencia a los túneles, un viejo mito de la ciudad proveniente de fines del siglo XIX, donde el más popular declara que existe una red interconectada entre varios conventos del casco antiguo de la ciudad desde la época colonial realizada por los jesuitas. Específicamente hay algunas evidencias que indican que desde esta iglesia existe un túnel de unos siete metros de ancho y diez de alto que llega hasta la calle Defensa. Las certezas se basan en los testimonios acerca de algunos hundimientos del terreno, en particular en la esquina mencionada, que dejaron al descubierto parte de estos túneles e incluso un techo abovedado, a principios del 1900. Los testimonios están documentados en el diario “La Nación” y la antigua “Caras y Caretas”.

Puede apreciarse en la fachada de estilo neorrománico el enorme rosetón.
Si bien los túneles pueden existir, no queda clara su función, ya que los que corresponden a los desagües cloacales son diferentes. Se especula que esta red de comunicación subterránea era para resguardar autoridades y tesoros contra eventuales invasiones hace más de dos siglos. Pero cabe una pregunta acerca de esta cuestión: ¿Era Buenos Aires lo suficientemente importante como para ser invadida por piratas o por alguna potencia extranjera? La historia devela que no, aunque se han sufrido dos invasiones inglesas. Es notable que ni siquiera hubo recursos para construir fortificaciones.

Vale resaltar que en el patio se hallan enterrados algunos combatientes de las Invasiones Inglesas (1806 y 1807), tanto criollos como británicos ya que el recinto ofició de hospital durante los conflictos; además de la tumba de un antiguo virrey: Don Pedro Melo de Portugal y Villena.

Los refutadores de leyendas
Parafraseando a Alejandro Dolina acerca de los antipáticos refutadotes de leyendas que son capaces de contrarrestar hasta los misterios más insondables del universo, existen aproximaciones académicas al misterio de los túneles de Buenos Aires que rebaten la leyenda. En la Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana (Nro.1 - 2007)
Schavelzon manifiesta que se habla acerca de los túneles de Buenos Aires desde que gobernaba Juan Manuel de Rosas, y detalla brevemente como la explicación funcional de los mismos obedecía a cierta conveniencia coyuntural de diferentes grupos sociales o de poder. Por ejemplo los unitarios manifestaban que eran cárceles federales, y estos lo contrario, mientras que para Domingo F.Sarmiento eran lugares asociados a atrocidades cometidas por los jesuitas y para Joaquín V.González se trataba e una obra excepcional de estos. En el siglo XX, Gresbelin concluyó luego de varios estudios a lo largo de años, que tales túneles formaban redes subterráneas que unían edificios oficiales como el cabildo, fuerte, la catedral y los principales conventos religiosos, y que los mismos eran obra de los jesuitas. (Schavelzon, Daniel. Revista de Arqueología Histórica Argentina y Latinoamericana, Nro.1, 2007).
Schavelzon advierte que hay que desconfiar de las explicaciones sencillas y que a veces toda leyenda termina cuando la desmorona una explicación racional respaldada por evidencias, ya que a partir de un estudio suyo en la ciudad de Paraná, echa por tierra que supuestos túneles tres veces centenarios sean atribuidos a los jesuitas ya que pertenecen en realidad a un desagüe y el sótano de una cervecería.
Así como muchas civilizaciones o sociedades poseen una ilustre herencia romana, griega, inca o azteca; nuestra breve historia por el momento atribuye ciertos males y virtudes heredados al paso de los jesuitas por estas tierras.

domingo, 15 de junio de 2008

Las medialunas de Atalaya

A pesar de que en la vieja y famosa Ruta 2 (ahora Autovía) Buenos Aires-Mar del Plata existen actualmente diversas opciones de paradores como asadores en Dolores, estaciones de multiservicio o las hamburguesas americanas mas conocidas del mundo; todavía no hay nada que supere a las medialunas de Atalaya, para toda hora y en cualquier momento del viaje, calentitas, que se deshacen en la boca, se degluten. Si bien para algunos se trata de las mejores media lunas del país, y aunque no habría que ser tan determinante, lo cierto es que la calidad de los productos y los clientes nunca decaen desde hace años. Llegando a Chascomús, a menos de 120 kms.de Buenos Aires.
Recomendado: El chocolate con medialunas calientes. Viene en jarra metálica y se sirve en tradicionales tazas de cafetería.
Aunque pueda parecer algo asqueroso, no hay nada mas placentero que mojar la medialuna en el humeante chocolate para sentir una combinación difícil de comparar.

martes, 10 de junio de 2008

Palermo Soho


La delimitación catastral del barrio es “Palermo”, uno de los mas grandes de la ciudad en cuanto a dimensiones, aunque las actuales designaciones como Palermo Soho, Hollywood y ahora Queens no son más que divisiones convenientemente pensadas por el mercado inmobiliario pero que la sociedad y la realidad aceptan no solo como lugar de paseo, sino como residencial. En consecuencia antiguas propiedades devaluadas recobraron un inusitado vigor monetario al que se agregan los restaurantes, negocios de ropa y otros.


Alrededor de la plaza Serrano se apretujan los puestos de las ferias callejeras con diseños alternativos y bastante fragancia a incienso.


También hay numerosos lugares para comer o tomar café, y muchos con mesas y sillas en la vereda, algunos de óptima calidad, otros no tanto, cuestión de ir descubriéndolos. En general el ambiente es moderno y ecléctico, ya que se encuentran toques posmo, étnicos, beat, alternativos y hasta barrocos.

El arribo de los negocios y las ferias a esta zona es reciente, poco menos de diez años, produciendo un nuevo destino obligado para recorrer en algún momento del año. No solo porteños, también turistas internacionales y del interior del país llegan a Palermo Soho.
Los fines de semana mucha gente transita tranquilamente por la calle Jorge Luis Borges y alrededores, ya sea para tomar algo, comer, comprar o simplemente caminar sin hacer nada de esto. Es más, por momentos parece confluir “toda” la gente, entonces los pasos se hacen lentos, los hombros se chocan, los alientos ajenos se aspiran, miradas de odio fugaz se cruzan…todo alrededor de la pequeña plaza, por lo que parece cumplirse una vieja tendencia porteña de carácter endógeno: hacer filas y masacrarse en algún recinto pudiendo encontrar mejores y más alternativas en otros lugares, muchas veces, linderos. Filas en los bancos, los supermercados, en las estaciones de servicio, en los restaurantes, shoppings y otra larga “fila” de lugares es lo que parecen buscar o agradarles a los porteños.


El Pasaje Santa Rosa es uno de los tantos que abundan en Palermo.


El barrio recibió nuevos moradores, incluido artistas y celebridades por lo que no es raro encontrar veredas o paredes intervenidas por algún motivo artístico.



















Estos diseños en miniatura de torsos para exhibir ropa corresponden en realidad a porta-alhajas. Se levanta el torso, y se pueden depositar anillos o pulseras…se venden en la vereda, sobre la calle Borges a $ 15,- (unos 5 dólares). A diferencia de otros países, en Buenos Aires casi no existe el regateo. Los precios son inamovibles aún en la vereda.

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domingo, 8 de junio de 2008

Garrapiñadas

La garrapiñada es una golosina inmemorial de Buenos Aires. Se trata de maníes (“manises” en la jerga popular”) mezclados con agua y azúcar, por lo que después de ser revueltos en una cacerola sobre el fuego, quedan acaramelados. Luego son envueltos con prestancia manual en bolsitas alargadas transparentes y así se venden.
Su oferta parece proporcional a la demanda por lo que tal vez sea esta sencilla ecuación la que haga que haya un puesto en varias esquinas de los lugares céntricos más fluidos de gente en la ciudad de Buenos Aires y conurbano. Todos los grupos de género, etarios y sociales consumen garrapiñadas. Por ejemplo muchos taxistas frenan un momento o hasta sin bajar del automóvil no dejan de comprar su bolsita.
A diferencia de otras ciudades del mundo, en Buenos Aires y alrededores no es posible encontrar donde comer algo rápido y de parado en la calle. Ya casi no existe, principalmente por supuestas reglamentaciones sanitarias, excepto en la Costanera Sur, donde se pueden encontrar puestos de parrilla que venden sándwiches de chorizo, bondiola o vacío; por lo que los únicos puestos que permanecen casi desapercibidos en la ciudad son los de garrapiñada.
En esta esquina de la peatonal Rivadavia en Quilmes, este puesto es bastante producido (incluido el escudo del club de fútbol Quilmes), ya que la mayoría se arregla tan solo con un discreto carrito, un calentador, la cacerola, la cuchara y por supuesto los ingredientes: azúcar, agua y maní (cacahuate). Los vendedores vociferan: “Garraaaapiñaaadaaaa!!!!” al mismo tiempo que no dejan de revolver en la cacerola con la cuchara, para que se doren y no se peguen estas exquisitas golosinas, muy recomendables en tiempo frío y bien calentitas.

sábado, 7 de junio de 2008

Frisos

Friso que parece representar a la abundancia y la sabiduría enmarcadas dentro de la firmeza del estilo neoclásico; una combinación difícil si hay que buscar en la actualidad. Un edificio sin duda de los años 30´ del siglo XX, que a simple vista denota que la representación de símbolos no estaba subordinada aún a las reglas de un mercado donde la simple obediencia a las leyes de la oferta y la demanda parece ser una simpleza; es decir, un contraste con la simbología actual, que parece estar representada por el monopolio de las marcas empresariales.
En la vereda de al lado al Banco Central. Calle Reconquista al 200.

Reloj

El reloj del Banco Central de la República Argentina lamentablemente no da la hora, y a pesar de la coyuntural abundancia de sus arcas, parece que no se recompone.
Calle Reconquista 266, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Microcentro porteño).