La delimitación catastral del barrio es “Palermo”, uno de los mas grandes de la ciudad en cuanto a dimensiones, aunque las actuales designaciones como Palermo Soho, Hollywood y ahora Queens no son más que divisiones convenientemente pensadas por el mercado inmobiliario pero que la sociedad y la realidad aceptan no solo como lugar de paseo, sino como residencial. En consecuencia antiguas propiedades devaluadas recobraron un inusitado vigor monetario al que se agregan los restaurantes, negocios de ropa y otros.
Alrededor de la plaza Serrano se apretujan los puestos de las ferias callejeras con diseños alternativos y bastante fragancia a incienso.
También hay numerosos lugares para comer o tomar café, y muchos con mesas y sillas en la vereda, algunos de óptima calidad, otros no tanto, cuestión de ir descubriéndolos. En general el ambiente es moderno y ecléctico, ya que se encuentran toques posmo, étnicos, beat, alternativos y hasta barrocos.
El arribo de los negocios y las ferias a esta zona es reciente, poco menos de diez años, produciendo un nuevo destino obligado para recorrer en algún momento del año. No solo porteños, también turistas internacionales y del interior del país llegan a Palermo Soho.
Los fines de semana mucha gente transita tranquilamente por la calle Jorge Luis Borges y alrededores, ya sea para tomar algo, comer, comprar o simplemente caminar sin hacer nada de esto. Es más, por momentos parece confluir “toda” la gente, entonces los pasos se hacen lentos, los hombros se chocan, los alientos ajenos se aspiran, miradas de odio fugaz se cruzan…todo alrededor de la pequeña plaza, por lo que parece cumplirse una vieja tendencia porteña de carácter endógeno: hacer filas y masacrarse en algún recinto pudiendo encontrar mejores y más alternativas en otros lugares, muchas veces, linderos. Filas en los bancos, los supermercados, en las estaciones de servicio, en los restaurantes, shoppings y otra larga “fila” de lugares es lo que parecen buscar o agradarles a los porteños.
El Pasaje Santa Rosa es uno de los tantos que abundan en Palermo.
El barrio recibió nuevos moradores, incluido artistas y celebridades por lo que no es raro encontrar veredas o paredes intervenidas por algún motivo artístico.
Estos diseños en miniatura de torsos para exhibir ropa corresponden en realidad a porta-alhajas. Se levanta el torso, y se pueden depositar anillos o pulseras…se venden en la vereda, sobre la calle Borges a $ 15,- (unos 5 dólares). A diferencia de otros países, en Buenos Aires casi no existe el regateo. Los precios son inamovibles aún en la vereda.
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