domingo, 27 de abril de 2008

Nuevo grupo de Flickr

Flickr es una herramienta formidable para armar grupos de fotos temáticos o no tanto. Pueden ser de utilidad para la divulgación, la información o simplemente el esparcimiento.

Arqueología Argentina es un nuevo grupo, donde se invita a la publicación de fotos de sitios arqueológicos de Argentina, aunque también de otras regiones relacionadas como pueden ser los países limítrofes. Pinturas rupestres, objetos, materiales, piezas de museo, los propios museos de sitio; es decir, todo lo relacionado a la divulgación del pasado de la región.Algunas fotos pueden ser publicadas en los blogs:
www.palimpsestovirtual.blogspot.com o www.allbuenosaires.blogspot.com Si se acompaña alguna explicación acerca de como fue tomada la foto, donde, significado o lo que este relacionado, tanto mejor.

Para quienes no estén suscriptos a Flickr, es sencillo hacerlo, básicamente se ingresa a Flickr, se crea una cuenta propia gratuita y comienzan a subirse fotos. Para este caso, en las solapas de la página propia creada, hay que suscribirse como miembro al grupo “arqueología argentina”; una vez hecho esto, se copia o incluso hasta puede arrastrarse la foto o las fotos hacia el “grupo arqueología argentina”. Cuanto mas miembros, mas diversidad de fotos, explicaciones y divulgación habrá.

A menudo los viajeros suelen toparse con algún material arqueológico diseñado por el hombre en cualquier lugar del mundo y provocan su admiración. Incluso hasta despiertan alguna veta personal o inclinación por la curiosidad acerca de este tema. Son muestras sesgadas de manifestaciones que tuvieron la fortuna de permanecer en pie. Una oportunidad única para que desde el presente se tome conciencia de que estos objetos materiales son patrimonio invalorable y un recurso no renovable de la cultura. Todo registro, en este caso el fotográfico, es válido para esta propuesta.

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domingo, 20 de abril de 2008

Galería Guemes

Sobre la calle peatonal Florida, la Galeria Guemes posee una distinción singular. Cúpulas, vitreaux, mármol, balcones internos y mucho bronce enmarcados en la exquisitez del estilo Art Noveau.
Tiene salida a la calle San Martín y es atravesada por miles de porteños los días de semana en horario de trabajo, desde hace unos 90 años.
Los ascensores antiguos pero efectivos, con detalles de bronce que enaltecen a tan funcional aparato.
Las diferentes entradas de acuerdo al nombre de las calles, están resaltadas en bronce, hierro forjado y lo mejor del diseño Art Noveau. Aquí la de la calle Mitre, pero frente a esta, aún puede leerse el nombre de “Cangallo” como una supervivencia de la tradicional calle que ahora se denomina “Tte.Gral.Juan Domingo Perón”. Cuando recién se había modificado el catastro, durante el gobierno de Alfonsín (1983-1989), siguiendo una línea reivindicativa histórica de algunos protagonistas históricos, algunos humoristas le decía a esta calle “Juan Domingo Cangallo”.
Locales tradicionales y modernos, actualmente es patrimonio arquitectónico de la ciudad de Buenos Aires. Vale la pena la página web, con fotos, historia y anécdotas: http://www.galeriaguemes.com.ar/

Un dato interesante:

Saint Exupery no solo fue un pionero de la aviación, también fue autor de “El Principito”.
Así escribía:
"...Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones..."

"Viví así, solo, sin nadie con quien poder hablar verdaderamente, hasta cuando hace seis años tuve una avería en el desierto de Sahara. Algo se había estropeado en el motor. Como no llevaba conmigo ni mecánico ni pasajero alguno, me dispuse a realizar, yo solo, una reparación difícil. Era para mí una cuestión de vida o muerte, pues apenas tenía agua de beber para ocho días.
La primera noche me dormí sobre la arena, a unas mil millas de distancia del lugar habitado más próximo. Estaba más aislado que un náufrago en una balsa en medio del océano. Imagínense, pues, mi sorpresa cuando al amanecer me despertó una extraña vocecita que decía:
- ¡Por favor... píntame un cordero!
-¿Eh?
-¡Píntame un cordero!
Me puse en pie de un salto como herido por el rayo. Me froté los ojos. Miré a mi alrededor. Vi a un extraordinario hombrecito que me miraba gravemente.
Ahí tienen el mejor retrato que más tarde logré hacer de él, aunque mi dibujo, ciertamente es menos encantador que el modelo. Pero no es mía la culpa. Las personas grandes me desanimaron de mi carrera de pintor a la edad de seis años y no había aprendido a dibujar otra cosa que boas cerradas y boas abiertas.

Miré, pues, aquella aparición con los ojos redondos de admiración. No hay que olvidar que me encontraba a unas mil millas de toda región habitada. Y ahora bien, el hombrecito no me parecía ni perdido, ni muerto de cansancio, de hambre, de sed o de miedo. No tenía en absoluto la apariencia de un niño perdido en el desierto, a mil millas de distancia del lugar habitado más próximo.
Cuando logré, por fin, articular palabra, le dije:
- Pero… ¿qué haces tú por aquí?
Y él respondió entonces, suavemente, como algo muy importante:
-¡Por favor… píntame un cordero!
Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer. Por absurdo que aquello me pareciera, a mil millas de distancia de todo lugar habitado y en peligro de muerte, saqué de mi bolsillo una hoja de papel y una pluma fuente. Recordé que yo había estudiado especialmente geografía, historia, cálculo y gramática y le dije al hombrecito (con un poco de mal humor), que no sabía dibujar.
- No importa - me respondió-, píntame un cordero!
Como jamás había dibujado un cordero, rehíce para él uno de los dos únicos dibujos que yo era capaz de realizar: el de la serpiente boa cerrada. Y quedé estupefacto cuando oí decir al hombrecito:
- ¡No!, !No! Yo no quiero un elefante en una serpiente. La serpiente es muy peligrosa y el elefante ocupa mucho sitio. En mi casa es todo muy pequeño. Necesito un cordero. Píntame un cordero.
Entonces dibujé un cordero. El hombrecito lo miró atentamente y dijo:
-¡No! Este cordero está ya muy enfermo. Haz otro.
Volví a dibujar

Mi amigo sonrió dulcemente, con indulgencia.
-¿Ves? Esto no es un cordero, es un carnero. Tiene cuernos…
Rehice nuevamente mi dibujo: fue rechazado igual que los anteriores.

-Este es demasiado viejo. Quiero un cordero que viva mucho tiempo.
Falto ya de paciencia y deseoso de comenzar a desmontar el motor, garrabateé rápidamente este dibujo, se lo enseñé, y le agregué:

-Esta es la caja. El cordero que quieres está adentro. Con gran sorpresa mía el rostro de mi joven juez se iluminó:
-¡Así es como yo lo quería! ¿Crees que sea necesario mucha hierba para este cordero?
-¿Por qué?
-Porque en mi casa es todo tan pequeño…
-Alcanzará seguramente. Te he dibujado un cordero bien pequeño.
Se inclinó hacia el dibujo y exclamó:
-¡Bueno, no tan pequeño…! !Mira! Está dormido…
Y así fue como conocí al Principito.

Antoine de Saint Exupery, El Principito, capitulo 2.

viernes, 18 de abril de 2008

Recomendado en Uribelarrea

Comer buena carne vacuna en la ciudad de Buenos Aires y alrededores no es difícil. Pero si se desea consumir realmente buena calidad en un ambiente campestre, relajado y además pasear luego por un pueblo pintoresco que mantiene retazos de tiempos pasados, una buena opción es la parrilla “La Escondida”, en Uribelarrea, provincia de Buenos Aires, entre Cañuelas y Lobos. Por ruta 205 km.82 se accede al pequeño poblado. La parrilla está literalmente escondida pero no se tarda en hallarla debido a las dimensiones del poblado. Un dato: está cerca de la plaza principal.

Vale la pena la “parrilla libre” en “La Escondida” por un precio accesible. Esta consiste en asado, vacío, pollo, pechito de cerdo; achuras como chinchulines, riñones, chorizos o mollejas. Casi todo de vaca, todo al asador, todo a leña.

Este método bastante extendido en el país consiste, en este lugar, en que la mesera se acerca a la mesa cuando ve los platos vacíos y pregunta si los comensales desean algo más. Se puede comer todo lo que uno tenga ganas y el tipo de corte de carne que también desee, o lo que haya disponible en ese momento.

En esta olla se cocina lentamente un matambre que se sirve como “entrada” antes de la comida. Un ofrecimiento de la casa. Encontrar algo mas tierno es muy difícil.
Para quienes no saben de que se trata esta tradicional comida argentina, en este link puede verse una receta y explicación:
http://www.clarin.com/suplementos/ollas/2005/12/29/o-01115289.htm

La amabilidad pueblerina del servicio es óptima. Así como es recomendable “La Escondida” de Uribelarrea, también es casi indispensable una buena predisposición a degustar y disfrutar de la excelente carne argentina. Si es al aire libre en este lugar, y el día lo permite, mucho mejor.
Fotos de Jeandre©

sábado, 12 de abril de 2008

Un secuencia tipologica en la feria de Antigüedades de San Isidro

En este stand de la feria de antigüedades de la estación “Barrancas” del turístico Tren de la Costa de San Isidro parece sintetizarse una completa secuencia tipológica de aparatos de reproducción del sonido.


Pueden observarse las primeras radios y los aparatos más modernos de la década del 70 y 80 del pasado siglo XX, así como el viejo tocadiscos.
Toda ciencia tiene sus técnicas y métodos, en la arqueológica se clasifican los objetos o artefactos para establecer una secuencia cronológica relativa. Por supuesto, que dada la naturaleza del artefacto, se puede establecer si el cambio es estilístico, de diseño o funcional; y observar si la evolución del cambio es gradual o incluso explosiva.

En la historia tecnológica de la mayoría de los artefactos del siglo XX el ritmo del cambio es tan acelerado que una sola generación humana pudo vivirlo y adaptarse a ello (o no). Este contraste con otros artefactos, como por ejemplo las armas o las viviendas, que tuvieron un ritmo progresivo de miles de años, demuestra que la velocidad en el avance tecnológico del siglo XX es determinante para el curso de la historia de la humanidad.
También resulta interesante seguir el ciclo de vida de estos artefactos. Por ejemplo con los aparatos de reproducción del sonido, cuando son novedad solo los consiguen unos pocos (por su alto valor), después de un tiempo (cada vez menor) se masifican y se hacen económicamente accesibles a la mayoría, para luego desaparecer en el mercado superados por otros aparatos mas modernos.
Dentro de este proceso continuo, variables como las leyes del mercado, la innovación tecnológica, la inventiva humana y la idiosincrasia de las sociedades (entre otras cosas), confluyen para que después de unos años reaparezcan como una “reliquia”, y tal vez a un costo similar a cuando surgieron como la novedad tecnológica de su tiempo.

miércoles, 9 de abril de 2008

San Telmo for ever


San Telmo es un barrio heterogéneo compuesto de coloridos mosaicos que vistos con el suficiente detalle pueden resultar interesantes.

Antigüedades (las que sean) a la calle.

Veleros a escala, sillones, columnas neoclásicas, baúles…

Esculturas sin cabeza y santitos de iglesia colonial, antiguas motos, la tenue luz de las arañas, más baúles…todo en un recinto, como diría el tango: “…la Biblia junto al calefón…”

El arte sobre el empedrado.

Estas viviendas con patios estilo colonial están sobrevaluadas actualmente en contraste con unos 15 años atrás, cuando muchas de estas antiguas residencias estaban “tomadas” por gente que las ocupaba ilegalmente. Quiso la ley de mercado que la puesta en valor del barrio cambiara a los okupas por habitantes “pudientes”. Es decir, hoy en día una propiedad en San Telmo cotiza a valores de ciudades de primer mundo, cuando hace unos 15 años había que ser valiente o ingenuo para caminar al oscurecer por estas calles.


El “forjador” de la ex fábrica de molinos de campo, cuyo edificio fue diseñado por el arquitecto Eiffel (el mismo que diseño la Torre ícono de París), ahora reciclado en la disco “Museum”, sobre la calle Perú. http://www.clubmuseum.com.ar/disco.php

Puerta antigua decorada con la antigua (pero oportunamente revivida) técnica del “fileteado” porteño.

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lunes, 7 de abril de 2008

Paisaje serrano



Perspectiva de la sierra de los Comechingones desde la localidad de Loma Bola, provincia de Córdoba, a unos 800 kilómetros de Buenos Aires.

domingo, 6 de abril de 2008

Un gallo en la ciudad

El gallo canta hasta morir

García Marquez oficializo un saber popular en el libro “Noticias de un secuestro” cuando menciona como un detalle desorientador para uno de los secuestrados el cantar de un gallo loco a cualquier hora y a veces hasta en distintos lugares al mismo tiempo. Atribuía esto a que el gallo seguramente no estaba con los pies sobre el suelo. Al parecer, cuando estos animales no pisan la tierra firme están desorientados y cantan a cualquier hora.
Esta confirmación pareció manifestarse en el balcón de la esquina de Venezuela y Rincón. El gallo tenía incluso su propia casilla en el reducido espacio y no había vecino que no mirara hacia arriba para observarlo. No hay que olvidar que los únicos animales que hacen notar su presencia en esta zona de la ciudad capital son los gatos y perros, especialmente estos con sus deposiciones en las veredas.
A pesar de la nula presencia de animales, hay gente que en la ciudad sabe algo de campo. Así lo demostró una vecina, quien mirando hacia el balcón y moviendo la cabeza negativamente dijo: “este gallo no llega a fin de año”. La alusión era directa. El gallo estaba siendo cebado para ser sacrificado en las fiestas de fin de año.
El pronóstico fue certero. En enero de 2008 cualquier vecino que ya estaba acostumbrado al exótico canto del animal fuera de su horario matutino habitual, no lo oiría ni vería jamás. Si bien no es la comida más común en esta región, para algunos no deja de ser un plato mas, y la conjetura toma fuerza teniendo en cuenta que los dueños del balcón están reformando esa propiedad para instalar un restaurante.
Lo cierto es que el gallo de la ciudad cantó hasta morir.