jueves, 20 de septiembre de 2007

La majestuosidad del Instituto Bernasconi

El barrio de Parque de los Patricios, en la ciudad de Buenos Aires, posee un notable privilegio: el Instituto Félix Fernando Bernasconi; un palacio ubicado en las casi dos manzanas, sobre terrenos que pertenecieron al Perito Francisco P. Moreno; rodeado por las calles Cátulo Castillo, Catamarca, Rondeau y Esteban De Luca, y elevado sobre una meseta, lo cual destaca su importancia.

La inauguración como establecimiento educativo público fue en 1929, gracias a donación del filántropo Félix Fernando Bernasconi, convirtiéndose de esta manera en una entidad única en el país y Latinoamérica.

Los grupos escultóricos sobre la entrada de la calle Catamarca.


El teatro alberga 400 butacas.

detalle de palcos del teatro, que incluso se utiliza para actividades que

no necesariamente son de los colegios.

Antesala del teatro, con pintura de San Martin

Escalinata de mámol y antesala del teatro

Actualmente en el establecimiento funcionan cuatro escuelas primarias, un vespertino para adultos, jardín de infantes y una escuela de música. La biblioteca, el teatro, el parque que rodea la construcción, el museo, la torre del reloj, las esculturas del parque, los asientos de madera, es decir, cada rincón y cada mobiliario del edificio destacan una prodigalidad de recursos pocas veces vista para la educación pública. Refleja un proyecto de país, que es el que actualmente añora buena parte de ciertos sectores de la sociedad, el de la educación pública que hace años supo tener prestigio en todo el continente por ser de calidad y gratuita.

Vista de uno de los dos patios centrales, cada uno tiene 1200 metros cuadrados.

Las piletas de natación, decoradas con columnas de estilo clásico hacen recordar a baños romanos. Fueron únicas en su época. Una actividad importante para la salud de los niños en edad escolar que hoy es común en colegios privados, también lo era en este establecimiento público.

Algo más de información en:
http://www.terra.com.ar/canales/educacion/100/100065.html



contador de visitas



contador de visitas

sábado, 15 de septiembre de 2007

Figura de mujer sentada


Escultura en bronce de Carlos de la Cárcova, patrimonio del museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, en los bosques de Palermo, Buenos Aires.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Avenida Alvear

Al Alvear Palace Hotel le falta poco para cumplir los 100 años de una vida que acompaño a la ciudad desde otra perspectiva, la más exclusiva y selecta, en la avenida más distinguida de Buenos Aires, en el barrio de la Recoleta, con un recorrido de pocas cuadras desde avenida del Libertador hasta la 9 de Julio.

A solo dos cuadras la plaza San Martin de Tours, con sus centenarios gomeros y ombúes ofrecen sombra refrescante y la entrada a un ambiente apacible como para iniciar un paseo por la avenida.
La prodigalidad agro-exportadora de la aristocracia argentina entre 1880 a 1920 dejó residencias palaciegas en varios tramos de la avenida, distinguiéndose las que ahora pertenecen a las embajadas de Brasil, la de Francia, el Jockey Club o el palacio de la Nunciatura। Estas residencias pertenecieron a familias como Atucha, Alzaga Unzue, Anchorena o Duhau, cuyos panteones pueden verse en el vecino cementerio de la Recoleta (ver nota en este mismo blog del mes de junio de 2007)


Otras ex residencias son ahora ocupadas por negocios de marcas internacionales, donde los artículos más costosos y novedosos en cuanto a ropa o muebles se dejan ver en sus vidrieras।

Louis Vuitton es una de ellas. Quien desee los productos originales (ante la cuantiosa proliferación de copias de incierto origen pero excelente factura) solo tiene que acercarse a la avenida Alvear। Ya desde la vidriera es posible darse cuenta de que estos productos pueden no estar entre las prioridades de la mayoría.



Aquí hay una guía de cómo identificar una copia falsificada de una verdadera:
http://guia.mercadolibre.com.mx/guia-identificar-bolsas-louis-vuitton-originales-2782-VGP

Vale aclarar que siempre Louis Vuitton también tiene ventas de saldos, al menos en Europa




En esta nota del diario Clarín se puede encontrar también algunas historias del Alvear Palace Hotel:
http://www.clarin.com/diario/2007/08/31/laciudad/h-04601.htm


La televisión argentina nació en el Alvear Palace Hotel: allí se instalaron los primitivos estudios de Canal 7, que el 17 de octubre de 1951 transmitió por primera vez su señal mostrando los festejos del Día de la Lealtad desde Plaza de Mayo.

Cuando Vittorio Gassman se hospedó en el hotel, en 1984, los empleados tuvieron que salir corriendo a conseguir una cama especial. Ninguna de las que había alcanzaba para los casi dos metros que medía el actor italiano. Desde entonces, hay habitaciones con camas de 2,20 metros.

Las medialunas del Alvear son internacionalmente famosas. La modelo Claudia Schiffer, en eterna dieta, no se pudo resistir y las comía a escondidas. Y a Sean Connery le gustaron tanto, que durante años el hotel se encargó de enviarle dos kilos de medialunas a su casa de Marbella.

La familia Cao Saravio una vez organizó una auténtica fiesta inolvidable en el primer piso del hotel. Tanto que hasta hicieron subir un elefante.

Fuente: diario Clarín 31-08-07


Para algunos conocedores del mundo, pasear por esta avenida puede ser lo mas parecido a caminar por alguna calle de París. No es extraña esa sensación, ya que Buenos Aires, desde el siglo XIX siempre intento tener un sesgo europeo cuyo rasgo mas visible es parte de su arquitectura.