miércoles, 2 de julio de 2008

Arqueología urbana en Buenos Aires

La arqueología urbana en Argentina es reciente en contraste con otras disciplinas sociales. En la práctica de campo puede hallar dificultades en el sentido de que los hallazgos son casuales, principalmente debido a la expansión de las obras en construcción. Y como en Buenos Aires cobró ímpetu esta industria, no es extraño que las noticias acerca de esta temática sean tan frecuentes.
Si bien la arqueología urbana es la arqueología de las ciudades, y a diferencia de otras ramas de la ciencia, puede interactuar con los documentos históricos, el análisis arqueológico amplía el objeto de estudio. Por eso como bien dice Schávelzon “…al excavarse edificios de diferente uso, los contextos hallados están directamente relacionados con las actividades allí llevadas a cabo, cuando hubo cambios de actividad los contextos reflejan esas diferencias: es justamente el trabajo del arqueólogo lograr comprender esto, para poder mas tarde corroborarlo o no con la información documental
[1].
Es más, algunos aspectos que pueden cruzarse con la información histórica tienen posibilidad de ampliarse gracias a la arqueología, como por ejemplo: hábitos alimenticios, ya sea por restos óseos animales hallados o artefactos relacionados; inserción de Buenos Aires como ciudad periférica con respecto a los centros de poder mediante “la presencia de bienes de consumo producidos en masa y ampliamente mercantilizados…”
[2] donde los restos cerámicos (por su excelente preservación) marcan tendencias; o la importancia del cambio en la organización social de la comunidad a partir de objetos suntuarios hallados o rasgos arquitectónicos, son algunos de los aspectos relevantes.

La obra en construcción. Al fondo puede apreciarse la curva de la calle interna que antiguamente tenía salida a la avenida Belgrano.

Esta transcripción completa de la nota de Clarín del día 26/06/2008 acerca de los objetos arqueológicos hallados en este edificio histórico de la calle Bolívar esquina Belgrano amplían el espectro acerca de la interacción de la arqueología urbana, el patrimonio cultural y la historia, enmarcados en un caso práctico:

EN UNA ANTIGUA GALERIA DE BOLIVAR AL 300, DONDE SE ESTA HACIENDO UN HOTEL
Hallan cerámicas indígenas del siglo XVII en pleno Monserrat
El descubrimiento es inusual porque casi ya no hay rastros de esa época en la Ciudad.
Por:
Nora Sánchez

Primero apareció un piso de baldosas en la profundidad de la obra, en un pasaje del barrio de Monserrat. Cuando siguieron removiendo escombros, quedó al descubierto la base de un conjunto de paredes construidas con ladrillos muy antiguos. La arquitecta del proyecto resolvió frenar los trabajos en ese sector y llamar al arquitecto Daniel Schávelzon, director del Centro de Arqueología de la UBA, para que investigara. En sus excavaciones, el arqueólogo encontró los restos de dos casas de los siglos XVII y XVIII y fragmentos de cerámicas indígenas del 1600. Según el investigador, este último hallazgo es muy inusual porque ya casi no quedan vestigios del pasado más remoto de la Ciudad. El descubrimiento se hizo en Bolívar 373-375, un predio que alguna vez perteneció a Martín de Alzaga y, más adelante, a la familia de la malograda viuda de éste, Felicitas Guerrero (ver Con el sello...). Hasta hace 15 años, allí funcionaba un pasaje comercial construido en 1884 por los Guerrero. También conocido como galería La Continental, ahora el pasaje está siendo reconvertido como hotel temático de tango. El actual no es el primer hallazgo: ya en 2005, el piso de otro sector de la obra se hundió y dejó a la intemperie un pequeño tesoro. "Aparecieron frasquitos de perfume y de medicamentos y restos de loza "relata la arquitecta Ana María Carrio, responsable del proyecto. Entonces también recurrí a Schávelzon. Prefiero ir más lento con la obra pero rescatar los restos arqueológicos para la Ciudad". Aquella vez, el arqueólogo encontró algunas paredes del siglo XIX, y también un aljibe y su enorme cisterna, donde había desde bolitas de vidrio para jugar hasta pedazos de bacinillas que él reconstruyó. Casi todo de fines del siglo XIX y principios del XX. La nueva excavación está a apenas unos metros de la anterior. Unos cuantos metros en los que se resume la historia de Buenos Aires, desde su fundación hasta hoy, se entusiasma Schávelzon. Es que esta investigación, financiada por la Dirección de Patrimonio porteña, significa un viaje a un pasado aún más antiguo. Aparecieron las bases de varias paredes, de entre 40 y 50 centímetros, pertenecientes a dos casas superpuestas anteriores a la galería cuenta Schávelzon. Una, del siglo XVIII, era la de la familia De la Peña, que fue la que le vendió la propiedad a Martín de Alzaga. Y la otra es anterior, del siglo XVII. Los cimientos de las dos están hechos con ladrillos partidos. A los enteros los reservaban para dejar a la vista. Aunque el descubrimiento más importante se escondía en la tierra que quedó entre las bases de las paredes de estas dos construcciones. En lo que suponemos que fue el fondo de las casas, hay humus muy antiguo dice Schávelzon .

Así va quedando el “Tanghotel Bolívar”

Ahí encontramos una enorme cantidad de cerámica indígena, criolla y española de la primera mitad del siglo XVII. Esto es muy raro, porque las demoliciones ya borraron los rastros de ese Buenos Aires tan antiguo. Ayer, el equipo de Schávelzon seguía trabajando, apartando la tierra con un pincel para rescatar unos cuantos restos óseos. El especialista explicó que estimaba que eran de algún animal que sirvió de alimento a los habitantes de una de las casas hacia 1620. Mientras, otro de los colaboradores del arqueólogo lavaba algunos fragmentos de cerámica antiquísima, que eran distribuidos en bolsas para después poder volver a armarlos como si fueran un intrincado rompecabezas. Todos esos elementos servirán para reconstruir la vida porteña en el siglo XVII. Estas piezas serán exhibidas en el futuro hotel, un emprendimiento de la familia Cassará, dueña de los laboratorios que llevan su apellido. Este hotel tendrá 23 habitaciones, galería de arte, restaurante y salón de convenciones. Los cimientos de las casas antiguas van a quedar a la vista debajo de un piso vidriado, con una iluminación adecuada anticipa Carrio. Y parte de la excavación de 2005 va a quedar al descubierto. Para nosotros, estos hallazgos son un valor agregado para el edificio.

Es destacada la intervención a tiempo de la arquitecta Carrio quien ejecuta la obra. Si bien actualmente hay legislación de patrimonio arqueológico, puede resultar muy fácil evadir la situación (de cuando salen a la luz objetos arqueológicos) debido a una excavación por obra de construcción con el fin de no detenerla y poder realizar un rescate arqueológico de urgencia como en este caso, especialmente en esta etapa del mundo donde la ecuación entre el dinero y el tiempo es inalterable.

La nota completa haciendo click AQUí, tomada de la edición digital del diario Clarín.

[1] La arqueología urbana en la Argentina. Daniel Schávelzon. Centro Editor de América Latina
[2] La promesa de una arqueología del mundo moderno en América del Sur, con especial referencia a Argentina. Charles E.Orser Jr. Revista de Arqueología Histórica y Latinoamericana. 2007.

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