Hace poco más de diez años, particularmente en Buenos Aires, la variedad de menú que se ofrecía en los restaurantes era bastante limitada. Solo recientemente hubo una apertura gastronómica hacia las comidas gourmet, de autor, fusión o autóctonas; motivadas principalmente por programas de televisión por cable que publicitan las nuevas tendencias mundiales, por lo que la buena receptividad de los porteños a esta industria hizo que la variabilidad de restaurantes temáticos se ampliara en una ciudad que se precia de ser cosmopolita.
Pero para algunos conocedores alcanzaba con viajar al interior para saber o probar que por ejemplo en el litoral mesopotámico reinaba el surubí, así como en el norte la humita, en la región central el chivito (cabrito) con sus derivados y en el sur el cordero. Mientras tanto en Buenos Aires esa variedad de restaurantes que existen actualmente que ofrecen toda esa gama de bocados no era numerosa, tal vez atribuible a la falta de demanda.
Además, también en el campo se sabe que entre ciertos sectores, no es la carne vacuna lo que predomina, más bien prevalece el dicho “todo bicho que camina va a parar al asador”, siendo así que los platos como milanesas de vizcacha, la mulita, las ranas, las perdices o las anguilas son comunes para algunos habitantes rurales, es decir, todo animal de caza y pesca, poco y nada conocidos para el porteño citadino.
Argentina es un país que cuenta con muchísimas paradojas, pero algunas de las culinarias llaman la atención. Una que puede mencionarse es que el país es el principal exportador de carne de caballo para consumo humano, aunque los argentinos que consumen este tipo de carne pueden ser contados con los dedos de una mano, por decirlo de alguna manera. Ver http://palimpsestovirtual.blogspot.com/2007/06/argentina-como-principal-exportador.html
Lo mismo ocurre que siendo un gran productor-exportador mundial de soja son solo algunos grupos vegetarianos o macrobióticos quienes la consumen de manera regular, mientras que se presenta como una alternativa reciente para otros. Asimismo aves como el pato, el ganso o la pava, de enorme consumo en el resto del mundo son poco conocidas como plato por estos lugares. Incluso la carne de cerdo, que ofrece casi los mismos cortes que la vaca, se utiliza en un porcentaje muy bajo.
También hay quien dice, entre la gente de edad madura, que la polenta con “pajaritos” es una realidad (donde los “pajaritos” son los populares gorriones), en lugar de una leyenda.
En Buenos Aires todas estas “rarezas” solo se comían en pocos lugares y especializados, por lo que los platos se cobraban de esta manera. La Gran Taberna es uno de ellos, un tradicional restaurante estilo bodegón español donde es posible comer estos bocados mencionados, además de conejo, liebre, caracoles, perdices, ranas y otros importados como pulpo español, bacalao y mucha variedad de animales de caza.
Se encuentra en la esquina de Combate de los Pozos e Hipólito Yrigoyen, frente a la parte trasera del Congreso Nacional.
Pero para algunos conocedores alcanzaba con viajar al interior para saber o probar que por ejemplo en el litoral mesopotámico reinaba el surubí, así como en el norte la humita, en la región central el chivito (cabrito) con sus derivados y en el sur el cordero. Mientras tanto en Buenos Aires esa variedad de restaurantes que existen actualmente que ofrecen toda esa gama de bocados no era numerosa, tal vez atribuible a la falta de demanda.
Además, también en el campo se sabe que entre ciertos sectores, no es la carne vacuna lo que predomina, más bien prevalece el dicho “todo bicho que camina va a parar al asador”, siendo así que los platos como milanesas de vizcacha, la mulita, las ranas, las perdices o las anguilas son comunes para algunos habitantes rurales, es decir, todo animal de caza y pesca, poco y nada conocidos para el porteño citadino.
Argentina es un país que cuenta con muchísimas paradojas, pero algunas de las culinarias llaman la atención. Una que puede mencionarse es que el país es el principal exportador de carne de caballo para consumo humano, aunque los argentinos que consumen este tipo de carne pueden ser contados con los dedos de una mano, por decirlo de alguna manera. Ver http://palimpsestovirtual.blogspot.com/2007/06/argentina-como-principal-exportador.html
Lo mismo ocurre que siendo un gran productor-exportador mundial de soja son solo algunos grupos vegetarianos o macrobióticos quienes la consumen de manera regular, mientras que se presenta como una alternativa reciente para otros. Asimismo aves como el pato, el ganso o la pava, de enorme consumo en el resto del mundo son poco conocidas como plato por estos lugares. Incluso la carne de cerdo, que ofrece casi los mismos cortes que la vaca, se utiliza en un porcentaje muy bajo.
También hay quien dice, entre la gente de edad madura, que la polenta con “pajaritos” es una realidad (donde los “pajaritos” son los populares gorriones), en lugar de una leyenda.
En Buenos Aires todas estas “rarezas” solo se comían en pocos lugares y especializados, por lo que los platos se cobraban de esta manera. La Gran Taberna es uno de ellos, un tradicional restaurante estilo bodegón español donde es posible comer estos bocados mencionados, además de conejo, liebre, caracoles, perdices, ranas y otros importados como pulpo español, bacalao y mucha variedad de animales de caza.
Se encuentra en la esquina de Combate de los Pozos e Hipólito Yrigoyen, frente a la parte trasera del Congreso Nacional.
3 comentarios:
Ey!
Yo comí caballo en Italia y es riquísimooooo!!!
Ay, la que me espera en Argentina cuando vaya: almuerzo en La Gran Taberna y de postre, un panqueque en lo de Carlitos!!!
Tan rica es la carne de caballo? ¿Cómo son los cortes? ¿Similares a los de vaca? Tal vez esa carne de caballo que comistes en Italia haya sido importada de Argentina.
Saludos, Damian
Tan rica es la carne de caballo? ¿Cómo son los cortes? ¿Similares a los de vaca? Tal vez esa carne de caballo que comistes en Italia haya sido importada de Argentina.
Saludos, Damian
Publicar un comentario