Aún con un día a pleno sol, resulta difícil que la tristeza y abandono que refleja la ex confitería El Molino pueda disimularse.
Un prodigio de arquitectura estilo art noveau que se transformó en el símbolo del poco interés que manifiestan los porteños por su patrimonio cultural.
Ubicada en la esquina de Rivadavia y Callao, acompaño al Congreso Nacional desde su construcción en 1905. Por esto, lo mejor y lo mas desleal de la política local se sentaron alguna vez en una de sus mesas.
Van diez años de abandono después de transitar por una célebre historia de 137 años (desde su antigua ubicación a una cuadra del sitio actual). Hubo intentos de revivirla, pero lo cierto es que el deterioro va ganando, dándole el actual aspecto melancólico.Un poco de historia:
http://www.casantigua.com.ar/patrimonio2.htm
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2 comentarios:
Querrás decir el poco interes del gobierno y sus organismos. Muchos porteños estamos luchando por su reapertura y su restauración,junto con la organizacion Basta de Demoler, se que el proyecto llegó al Congreso... pero más allá lamentablemente..Los ciudadanos no podemos llegar.
Gracias Julieta por el comentario. Desde que saque las fotos y publique la entrada han pasado casi 3 años y aun no se nota que se haya hecho algo. Una pena.
Saludos.
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