10 de diciembre de 2007, el centro de la Ciudad de Buenos Aires amaneció con calles cortadas, día de la asunción de Cristina Fernandez de Kirchner. Una sucesión democrática entre un matrimonio que no tiene precedentes en el país. Quienes saben jugar en democracia hacen realidad el moderno refrán que “la política es el arte de lo imposible”, ya superando a Otto von Bismarck, fundador del II Imperio Alemán en 1871, quien manifestó que «La política es el arte de lo posible».
Diagonal norte hacia plaza de Mayo, centro de la reunión y festejo.
Maquiavelo se distingue como pensador al modernizar el concepto tradicional de la política, donde para la escuela aristotélica, la función política era hacerse cargo de los asuntos de la ciudad. En cambio el italiano, reformula el concepto, ya que al recaer sobre el príncipe la “manipulación” y “conspiración”, transforma las funciones del gobernante principalmente en: “arruinar” al adversario y “mantener” el poder. Para esto, desde “El Príncipe” hasta nuestros días, y en cualquier lugar del mundo, es necesaria la reformulación y especialización de la mentira.
1 comentario:
Eh...
Allí donde Maquiavelo es príncipe, el político (de cualquier parte del mundo) es rey. Aprendieron bien.
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