Cuando no está navegando alrededor del mundo, la fragata descansa en la dársena del Apostadero Naval Buenos Aires en el puerto porteño. Para poder admirarla, la entrada más cercana es la de avenida Córdoba, desde donde ya se pueden apreciar los mástiles que incluso pueden observarse desde algunos puntos en los alrededores.
El mascaron representa por supuesto a
Desde los tiempos mitológicos de la nave Argo de Jasón y los Argonautas, el mascaron de proa era un componente fundamental a tener en cuenta en la construcción de los navíos. En “Los Mitos Griegos”, Robert Graves recoge de Valerio Flaco y Apolodoro el testimonio de que la propia Atenea puso un mástil oracular en la proa del Argo, cortado del roble de su padre Zeus en Dodona. Esta proa “…tenía una graciosa forma curvada como el cuello de un cisne, pero terminaba en una cabeza tallada de carnero…”. De esta manera imagina Graves en “El Vellocino de Oro” (en una fusión interesante entre la poética y el relato histórico) a la mítica proa de la nave Argo.
Existe un lugar en Buenos Aires donde puede hallarse una grata colección de mascarones de proa del siglo XIX, es en el museo de Bellas Artes de
Objetos ya en desuso debido al inevitable avance de otras maravillas de la modernidad, pero no exentos de la belleza que solo la paciencia del trabajo artesanal le puede otorgar.
Algunos enlaces interesantes acerca de la fragata:
http://www.cibernautica.com.ar/fragatalibertad/
http://www.paranauticos.com/frali-principal.htm
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