A principios del siglo XIX a miles de kilómetros de las tierras donde nacieron, se podría decir que dos etnias celtas se enfrentaron en batalla, una representada por el invasor Regimiento Escocés 71 de Highlanders (veteranos de las guerras napoleónicas), el otro por el Tercio de Gallegos, al mando del ingeniero Cerviño. Armado especialmente para esta ocasión por orden de Liniers, de acuerdo al origen de los voluntarios y disuelto para 1810, cuando el Virreinato del Río de la Plata logró cierta hegemonía como colonia española. Las gaitas celtas que marchaban con los escoceses del 71 de Highlanders hacia Buenos Aires, luego fueron tocadas triunfalmente por los descendientes celtíberos del Tercio de Gallegos.
Este fragmento del sitio web http://www.almargen.com.ar/sitio/seccion/historia/tercio2/index.html
hace recordar el origen de ciertas palabras conocidas y a la vez olvidadas, inclusive algunas que designan muchas calles de la ciudad de las cuales se desconoce el origen de sus nombres:
“…Entonces se constituyeron cinco regimientos criollos y un numero similar de españoles peninsulares. Entre los primeros se cuenta la Legión de Patricios, que eran ciudadanos de Buenos Aires; el Tercio de Arribeños, integrado por habitantes de las provincias "de arriba", o sea Córdoba, Tucumán, Salta, Catamarca, el Alto Perú - actualmente Bolivia, con sus provincias de Charcas, Chuquisaca, etc-; los Pardos y Morenos, compuesto por mestizos de negro, español e indios; los Naturales (indios, pampas principalmente) y Castas (esclavos); y una compañía de Cazadores Correntinos, que iban junto con los Vizcaínos. Los cuerpos militares españoles eran, de acuerdo a la región de origen, el Tercio de Vizcaínos, los Miñones Catalanes, los Cántabros de la Amistad; los Andaluces y Castellanos; y el Tercio de Gallegos, que con 600 soldados era el segundo en importancia…”
En este mismo sitio web vale la pena conocer la historia del Tercio de Gallegos, y de cómo se gestó la defensa de una ciudad nueva y tal vez prometedora para una comunidad heterogénea de poblaciones de origen europeo, africano, aborígenes americanos y criollos que por distintas circunstancias confluyeron en este punto del planeta.
Esta placa recordatoria del Círculo Celta se encuentra en el atrio de la iglesia de Santo Domingo, en la calle Defensa esquina Belgrano, cuya torre aún ostenta las marcas que dejaron las balas de la invasión inglesa de 1807, en el mismo lugar donde se halla el sepulcro de este patriota (ver artículo en este blog en el mes de junio). Una esquina histórica donde cierta pertenencia se iba gestando.
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